Un nuevo presupuesto europeo acorde con nuestras ambiciones

En las próximas semanas, 150 ciudadanos seleccionados aleatoriamente en los 27 Estados miembros de la UE debatirán sobre el nuevo presupuesto de la UE a largo plazo que la Comisión propondrá en julio de 2025.

El futuro de la UE estará marcado por los profundos cambios que se están produciendo en nuestra sociedad, nuestra seguridad, nuestra economía y nuestro planeta. El presupuesto de la UE debe seguir mejorando la calidad de vida y los medios de subsistencia de los ciudadanos, los agricultores y ganaderos, los investigadores, las empresas y las regiones, en toda Europa y fuera de ella. Al mismo tiempo, es necesario abordar prioridades apremiantes, como la defensa y la seguridad. 

Aunque la necesidad de que la UE actúe es cada vez mayor, el presupuesto de la UE tiene unos recursos financieros limitados. Por ello, los participantes se centrarán en dos preguntas:  

• ¿En qué prioridades debe gastarse el presupuesto de la UE en el futuro? 
• ¿Qué tipo de actividades debería apoyar el presupuesto de la UE para ayudar a cumplir esas prioridades?

El presupuesto europeo a largo plazo define el tamaño del presupuesto y en qué se gastará durante varios años. El presupuesto a largo plazo actual abarca de 2021 a 2027 y asciende a 1,2 billones de euros, lo que representa en torno al 1 % del PIB de la Unión Europea. Se complementa con aproximadamente 800 000 millones de euros de NextGenerationEU, un instrumento temporal para impulsar la recuperación después de la pandemia de COVID-19.  

Se ha demostrado que el presupuesto europeo aporta beneficios a los ciudadanos. Por ejemplo, financiando proyectos y actividades que fomentan el desarrollo social y económico de las regiones europeas, apoyando a los agricultores y las zonas rurales, protegiendo el medio ambiente y luchando contra el cambio climático, promoviendo la transición digital de nuestras sociedades y apoyando la investigación y la innovación. Además, en los últimos años se ha convertido en un elemento vital en tiempos de crisis, desde la pandemia de COVID-19 hasta la invasión de Ucrania por parte de Rusia, para mantener nuestra independencia energética y ayudar a Ucrania.