Al proteger y restaurar los hábitats naturales, como prados, bosques y humedales, y crear jardines y espacios verdes amigables con los polinizadores en las áreas urbanas, podemos proporcionar a los polinizadores la comida, el refugio y los lugares de reproducción que necesitan para prosperar. Esto puede lograrse mediante: - Realizar evaluaciones de hábitats y desarrollar planes de restauración. - Plantar plantas amigables con los polinizadores y crear áreas protegidas. Mantenimiento de hábitats mediante mantenimiento regular y control de especies invasoras. Proporcionar educación y divulgación para promover la conservación de los polinizadores.