La despoblación es una constante en las zonas rurales de España, originando un fenómeno conocido como la España vaciada. Somos muchos los jóvenes que sentimos una preocupación por nuestros pueblos, que aunque cuentan con un patrimonio natural y cultural único, se ven amenazados por el olvido y la falta de recursos. Es por ello que se hacen necesarias unas ayudas y políticas efectivas para explotar estas zonas de una manera sostenible y revitalizarlas mediante influjos turísticos. Uno de los mayores problemas con el que contamos son infraestructuras deficientes, por lo que se hace necesario un aumento de la inversión pública en infraestructuras, muchas de ellas ya existentes (como aeropuertos, líneas ferroviarias, carreteras) pero totalmente descuidadas. Esto ayudaría a conectar los núcleos urbanos con pueblos turísticos de gran interés. Otra gran solución sería una aplicación de incentivos fiscales para empresas que quieran establecerse en la España vaciada, apoyando mediante subvenciones para desarrollar soluciones de transporte sostenible, alojamientos rurales y gestión de experiencias turísticas para atraer a numerosos visitantes y generar empleo local. Tenemos mucho que ofrecer, y con el apoyo adecuado, se puede lograr. Si logramos que las políticas públicas apunten a la revitalización y modernización de las infraestructuras rurales, podremos crear un futuro más próspero para estas zonas olvidadas