Los jóvenes afirmaron que las ciudades deben ser más inclusivas para las personas con discapacidad. El transporte público, como autobuses, trenes y rutas ciclistas, debe ser más fácil de usar para todos. Esto significa también simplificar los sistemas de venta de billetes. También sugirieron cosas como viviendas más accesibles, rampas en espacios públicos y señales más claras para ayudar a la gente a desplazarse. La concesión de descuentos a largo plazo en el transporte y la creación de más oportunidades de trabajo para las personas con discapacidad también contribuirían a que las ciudades fueran más justas y acogedoras. ¿Qué más puede hacer la UE para que las ciudades acojan a todos, independientemente de sus capacidades?