Un presupuesto de la UE orientado al futuro también debe reforzar la seguridad local en los Estados miembros. La seguridad interior comienza sobre el terreno: con agencias de seguridad bien equipadas y una lucha eficaz contra la delincuencia. Invertir en la cooperación policial entre los países de la UE es crucial para luchar eficazmente contra la delincuencia transfronteriza, el terrorismo y las bandas organizadas. Es necesario seguir desarrollando las bases de datos europeas y los sistemas de vigilancia digital para mejorar el intercambio de información entre las autoridades de seguridad. También sería esencial la cooperación internacional entre los organismos de seguridad. La ciberdelincuencia también es una amenaza creciente. La protección de las infraestructuras críticas, las administraciones públicas y las empresas privadas, así como de los hospitales, debe reforzarse mediante inversiones específicas en ciberseguridad y resiliencia digital. Al mismo tiempo, las medidas de seguridad social son esenciales. Los programas de prevención, así como la integración de los grupos desfavorecidos y una sociedad civil fuerte, contribuyen a prevenir la radicalización y la delincuencia. Un nuevo presupuesto de la UE debe apoyar específicamente las estructuras de seguridad locales para que Europa sea segura y resiliente, no solo externamente sino también internamente.