Me gustaría ver fondos destinados a organizaciones que ayudan a las víctimas de violencia doméstica y sexual, para el funcionamiento de líneas de ayuda, refugios y centros de primer contacto, y para extender la red de estas instalaciones a ciudades más pequeñas y áreas más remotas. Además, programas destinados a educar a todos los grupos de edad sobre el respeto mutuo entre mujeres y hombres. Propongo incentivos para que las ciudades y municipios implementen medidas reales para que las mujeres se sientan seguras en los espacios públicos, en el transporte público... y, en su caso, premios para las ciudades y municipios que ya lo estén haciendo. Además, se podrían financiar proyectos para ayudar a las niñas y las mujeres a ganar confianza en sí mismas y participar en la vida pública, promoviendo su participación activa en la política, incluida la participación en las elecciones (por ejemplo, tutoría entre mujeres, talleres para niñas, jornadas de puertas abiertas en instituciones donde las niñas aprenden sobre su funcionamiento y oportunidades de participar). También serían beneficiosas las medidas para motivar a las niñas a estudiar materias poco cualificadas, en particular CTIM e IT.