Como hemos visto en las últimas décadas, la educación se ha vuelto cada vez más fundamental en el desarrollo de la vida de una persona. Lo que aprendemos desde la escuela primaria nos moldea para el resto de nuestra vida y en esos edificios aprendemos a pensar críticamente y resonar. ¿Por qué los valores y las políticas de Europa no se enseñan en las escuelas? Dentro del nuevo presupuesto de la UE debemos asignar un porcentaje, del Fondo de Educación, que permitirá a los países implementar ciclos de educación con expertos que enseñen a los estudiantes las funciones, las políticas y los valores compartidos de la Unión. Y sería a todos los niveles: desde la escuela primaria hasta el último año de la escuela secundaria, básicamente todo el ciclo de educación obligatoria. Claramente, cada año se enseñarían diferentes niveles de complejidad y diferentes temas, pero tendrían un propósito común: permitir que los jóvenes estudiantes aprendan, se apasionen y resuenen críticamente en la Unión Europea. Estos ciclos deberían celebrarse todos los meses durante dos o más horas y por expertos que trabajen directamente con las instituciones europeas. Esto no solo permitiría a las personas participar en la Unión desde una edad temprana, sino que también ayudaría realmente a resolver el enorme problema del abstencionismo: las personas no participan en las elecciones de la UE porque sienten que la institución es distante y abstracta. Por ignorancia inocente, no son conscientes del gran impacto que tiene en su vida. Debemos mostrárselo desde una edad temprana y recuperaremos un porcentaje significativo de votantes.