Tengo 63 años y mi propuesta parte de la consideración de poner en valor la formación, conocimientos y experiencias que pueden aportar las personas mayores y los jóvenes, en un proyecto de colaboración intergeneracional.
Propongo dinamizar y contribuir a una vida activa y saludable en los mayores, mediante visitas turísticas a entornos rurales de las propias regiones europeas, de uno a tres días de duración.
Esos viajes servirán para poner en contacto a los grupos de mayores que visiten estos pueblos, con jóvenes emprendedores, productores, artesanos, hosteleros, etc. que llevan a cabo sus proyectos en los entornos rurales de las diferentes regiones europeas.
La propuesta tiene que ver con el turismo social, el bienestar, un estilo de vida saludable y sostenible y la mejora de la calidad de vida de los mayores. Un colectivo para el que apenas hay planes de desarrollo personal y de transformación y que, por distintos motivos, sufren problemas de soledad, nido vacío, adaptación o emocionales, entre otros.
Las personas mayores necesitan una red de cohesión social para animarse a participar y mantenerse activos. Pero además de compartir experiencias con otras personas de su edad, la innovación de este proyecto radica en conocer la cultura, historia, patrimonio y gastronomía de los lugares que visitaremos, colaborando y conociendo a los jóvenes emprendedores rurales, contribuyendo al aumento sus ingresos económicos, comprando sus productos y visibilizando sus negocios.