La equidad intergeneracional es esencial para construir una sociedad sostenible y justa. Las decisiones que tomemos hoy —sobre el clima, la economía, las políticas sociales, la asistencia sanitaria, la cultura, la planificación urbana y la arquitectura— configurarán la vida de las generaciones futuras. La arquitectura y la planificación urbana juegan un papel crucial al crear espacios inclusivos, resilientes y sostenibles que no solo sirven a las necesidades presentes y futuras, sino que también fomentan la interacción y la conexión. Debemos asegurarnos de que ninguna generación se quede atrás y que los recursos, las oportunidades y las responsabilidades no solo se compartan equitativamente, sino que también se enriquezcan a través del aprendizaje mutuo. Cada generación aporta perspectivas, experiencias y conocimientos únicos que contribuyen a una sociedad más fuerte e innovadora. Actuando ahora, podemos crear un futuro donde la prosperidad, la estabilidad y el bienestar ambiental sean accesibles para todos, mientras fomentamos un intercambio continuo de sabiduría entre jóvenes y mayores. Si trabajamos juntos, podemos cerrar las brechas generacionales y construir un mundo verdaderamente justo, inclusivo y próspero para todos.