La búsqueda de la equidad intergeneracional podría ayudar a despolarizar la tensa situación política actual. Fomentar la creación de una visión compartida y positiva del futuro podría evitar que la formulación de políticas se vea encerrada en posiciones que a veces pueden ser reactivas y estar muy centradas en el corto plazo. Podría garantizar que se presta la debida atención a la cohesión social y a la regeneración medioambiental. Para promover esto, la Comisión podría coorganizar una serie de talleres y grupos de discusión, tal vez incluida una Asamblea de Ciudadanos, tanto dentro de la UE como a nivel internacional, con diversos participantes. La exploración colectiva de las muchas facetas diferentes de la equidad intergeneracional y la identificación de objetivos comunes podrían ayudar a sentar las bases para debates políticos constructivos sobre cuestiones como el reequilibrio del comercio internacional y la arquitectura financiera mundial, y la reorientación de los objetivos económicos lejos de la expansión interminable del PIB como un fin en sí mismo y hacia el bienestar colectivo en un entorno próspero (una «economía del bienestar»). La UE necesita la ayuda de otras partes del mundo para tener éxito en esto, y también puede proporcionar una ayuda enormemente útil a otros. Por lo tanto, la Comisión se beneficiaría de trabajar en asociación con las Naciones Unidas y con otros bloques comerciales o Estados-nación, sobre la base del trabajo preliminar que se ha establecido en la Cumbre del Futuro y por jurisdicciones que ya tienen Comisiones de Generaciones Futuras.