
Un nuevo presupuesto europeo a la altura de nuestras ambiciones
Una fuerza motriz de la acción europea
Una política financiera europea
La evolución mundial actual ofrece grandes oportunidades a la UE. La UE puede ejercer un poder más blando mediante el seguimiento de la ayuda al desarrollo liberada, la UE puede proporcionar seguridad al inversor incierto y la UE puede establecerse como el nuevo faro de la estabilidad financiera. Para las dos últimas oportunidades en particular, es esencial que Europa emerja más adecuadamente como un bloque financiero fuerte. Por lo tanto, es esencial que la UE se convierta en una potencia financiera, que es más que una suma de los Estados miembros individuales considerados en su conjunto. Si la UE quiere garantizar una posición sólida en el futuro, debe reducir el umbral para que los ciudadanos (y las empresas) de la UE inviertan a través de las fronteras dentro de la UE. Las empresas deben ser capaces de crecer para competir a nivel mundial. Sin perder el apoyo de los Estados miembros, el sector financiero europeo debe operar por encima e independientemente de los Estados miembros para actuar de manera adecuada y decisiva. El tiempo presente requiere más cooperación en bloques más grandes. La UE debería tener más poder sobre ámbitos demasiado grandes o demasiado importantes para cada Estado miembro. Solo con confianza en la UE y renunciando a la autonomía de los Estados miembros podremos aprovechar las oportunidades que ofrecen los acontecimientos mundiales.
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