La UE podría crear directrices para comunidades y barrios ecológicos en los que varias generaciones puedan vivir cerca unas de otras, aprender unas de otras y cuidarse mutuamente. Estos podrían convertirse en la norma cuando se construyen nuevos distritos, comunidades o se reconstruyen los existentes. El soporte para esto podría ser proporcionado a los desarrolladores. La idea se basa en el respeto al medio ambiente, donde todos los residentes deben tener la oportunidad de cultivar verduras, frutas y bayas y donde hay generosas áreas al aire libre y lugares de reunión. Solo aquellos que realmente lo necesitan deberían poder tener un automóvil en el área, mientras que los medios de transporte habituales deberían ser automóviles eléctricos más pequeños al estilo de carritos de golf, bicicletas o caminar, así como fondos públicos. En cada una de esas áreas, los residentes son miembros de una comunidad donde compran conjuntamente herramientas y otras cosas que rara vez se usan. Esto salva el medio ambiente. La idea detrás de esto es que todos ayudan y socializan, simplemente un proyecto ambiental y social. Esto significa que los residentes están ayudando a cuidar de los niños y los ancianos en lugar de las instituciones. Las personas mayores pueden ayudar a otras personas mayores, cuidar a los niños y jóvenes y hacer el bien de acuerdo con su energía y necesidades, y viceversa. Además de proporcionar un buen entorno social y medioambiental, la UE y los Estados miembros podrían crear incentivos como exenciones fiscales para los residentes u otro tipo de apoyo financiero, transporte público gratuito y similares para que la mayoría de la gente pueda permitírselo.