Soy canaria, tengo 35 años, soy madre de dos niñas pequeñas y abogada. Considero que la brecha generacional es cada vez mayor, cobrando fuerza peligrosos discursos políticos que tienden a enfrentarnos.

Veo en esta iniciativa una oportunidad para que los Estados miembros trabajen hacia ese fin, creando grupos permanentes de trabajo en materia intergeneracional que confluyan en una red europea común.

Propongo medidas educativas que impulsen el intercambio entre generaciones, como visitas escolares a residencias de ancianos. También promover la alfabetización digital de los mayores para garantizar su autonomía.

Sería interesante impulsar trabajos comunitarios para penados por delitos leves que promuevan el respeto y la cooperación con las personas mayores.

Propongo también financiar proyectos universitarios que fomenten la economía de zonas rurales, potenciando los puntos fuertes de cada región.

La vivienda es un problema transversal que afecta a la brecha generacional; para facilitar que los jóvenes tengan un proyecto de vida y formen una familia, desde el FEADER se podrían apoyar cooperativas del sector primario con participación juvenil que incentiven el traslado de jóvenes a pueblos envejecidos y despoblados, aliviando a su vez las ciudades tensionadas ya que solo abaratar el precio de la vivienda rural es insuficiente.

En materia de ocio, podrían organizarse viajes o actividades grupales que mezclen jóvenes y jubilados, ya que las instituciones tienden a segregarlos.